Fernando Uribe López: “Seguir el plan de entrenamiento hasta el final de la carrera”


Race Report Ironman de Brasil 2017

15 de enero de 2017, después de 5hrs 50 min, terminaba mi segundo 70.3 de Pucón, con la moral en el suelo ya que empeoré el tiempo del año anterior y me sentía pésimo físicamente y se me venía Floripa encima.

La carrera la había preparado solo sin entrenador, sin nutricionista, sin nadie que me orientara a enfrentar la carrera más linda del mundo para mejorar mis tiempos.

Llegando a Santiago no dudé en volver a entrenar con RPM, team en el que había estado seis meses hace dos años.

Le conté a Marcos Ottenhsimer que en mayo correría en Florianópolis mi primer Ironman y necesitaba entrenar en un equipo para no sufrir lo de Pucón. De inmediato comenzamos a planificar las sesiones de entrenamiento junto al profesor de atletismo Richard Quezada, donde les mencioné cuales eran mis objetivos y tratar de cumplirlos con el poco tiempo que quedaba. Considerando que he leído varios Race Report y entrevistas a triatletas aficionados como yo, tanto chilenos como extranjeros, me di cuenta que los tiempos estaban entre las 12 y 14 horas promedio, mi meta inicial era estar en ese tiempo, ojalá menos de 13 horas.

Empezamos a entrenar muy duro en dos sesiones diarias, combinando dos disciplinas, considerando el fondo de bicicleta y trote para el fin de semana. Íbamos muy bien, tomando confianza, pero en febrero motivos de mi trabajo tuve que suspender el entrenamiento por tres semanas. Lo hablé con los entrenadores ya que se me acortaba el tiempo para Floripa. Richard me aconsejó quedarme tranquilo, cuidarme de no subir de peso y tomar vitaminas ese tiempo sin entrenar.

A fines de febrero nuevamente retomé el entrenamiento con más compromiso que nunca, seguí el plan que me hacían semanalmente Marcos y Richard, descansando un día a la semana y alimentándome conforme me lo había indicado la nutricionista.

A medida que se acercaba la prueba la ansiedad era mayor, quería llegar pronto a Brasil no se si para competir o para no ver por un tiempo el “rodillo”.

Una vez que llega el día de partir a cumplir con el desafío se vienen los últimos consejos de Marcos y Richard: “tranquilidad, descanso, poca bicicleta, trote corto y despacio, sólo sensibilidad en el agua y el sábado solamente descansar”.

Comienzan los saludos y buenas vibras a través de las redes sociales, que definitivamente termina casi siendo un compromiso con tus amigos y familiares el terminar la prueba y eso te pone cada vez más nervioso.

Miércoles 24 de mayo, a las 20 horas ya estaba en Jureré y se sentía el ambiente del triatlón. Deportistas trotando, algunos andando en bicicleta y otros tan sólo caminando por la Avenida Dos Buzios.

Jueves 25 de mayo, en la mañana 1 hora de bicicleta y trote, en la tarde salí de paseo con mi familia a caminar por la costa, mucha marejada y viento, no sabía como aguantaría nadar 3.800 metros con esas condiciones. Posteriormente retiro de KIT.

Viernes 26 de mayo, sensibilidad en el agua, en la tarde descanso y en la noche cena de pastas, acompañada de una tormenta con mucha lluvia que empezó el viernes y no paró hasta el lunes.

Sábado 27 de mayo, descansé todo el día, preparé el equipo para el día siguiente escuchando todo el día la fuerte lluvia y viento, a las 17 horas, era mi turno de dejar la bicicleta en la parque cerrado, acompañado de una lluvia cada vez más fuerte, no sabía que me esperaba para la competencia. 21 horas acostado, sólo relajarme y dormir.

Domingo 28 de mayo, 4 horas, suena el despertador y “por fin llegó el día”, tranquilo junto a mi señora tomé desayuno, me vestí y a las 5 horas salí en dirección al parque cerrado, iba muy concentrado y acordándome de todo lo conversado con Marcos y Richard de cómo enfrentar la carrera.

05:20 horas y ya en el parque cerrado y con una lluvia un poco más suave, preparé la bicicleta con geles, isotónico y otros alimentos.

06:20 horas y parto en dirección al lugar de salida del nado, todo oscuro, estaba muy tranquilo hasta que amaneció y vi lo lejos que estaban las boyas del giro del nado, me sentí tan nervioso como cuando corrí mi primer 1/8 hace dos años en Coquimbo.

A Marcos le dije que ojalá esté en el nado en 1:20 horas, el me dijo “Fer estarás entre 1:07 y 1:10”.

06:45 horas y partieron los Elite y así sucesivamente por olas hasta que llegó el turno de mi categoría a las 7:20. Nadé muy tranquilo avanzando muy bien hasta que me empezaron a llegar patadas en la cara y manotazos cuando se juntó el grupo con los que habían largado antes. Al término del primer giro miro el tiempo y estaba dentro de lo que me había dicho Marcos, el segundo giro fue un ritmo más lento y me alejé un poco de la masa, ya que no quería quedar fuera por salida de los lentes o alguna lesión por una patada en la cara. Finalmente Marcos me conocía muy bien, 1:12 fue mi tiempo, la diferencia fue por las medidas que tomé para no sufrir algún percance.

Salí del agua muy tranquilo, tomé la Kestrel y empecé a pedalear por esos 180 km, a los pocos minutos comencé a hidratarme y comer. Mis expectativas estaban por no mas de 6 horas, pero considerando el viento y la lluvia hasta con 6:30 quedaría tranquilo. Finalmente fueron 5:52. Hasta el momento iba muy bien, con tiempos inesperados, ya que no me tenía mucha fe, pero Marcos antes de salir de Chile me dijo “Fer has seguido el plan al 100%, te va a ir bien”.

Algo muy importante es el apoyo que sientes de los chilenos, mi señora gritando, Folo, Ricardo Cumplido y muchos otros que no te conocen, pero al ver la bandera en la tricota te apoyan.

Llegué a la T2, entregué la bicicleta y me fui al cambio de equipo para la carrera. Comí lo que me dijo el entrenador y me fui a correr, en ese momento “me salí del plan y me fui a pique”. Me sentí tan bien que corrí a un ritmo más fuerte de lo que debía hacerlo, considerando que ya había gastado muchas energías en la bicicleta.

Primeros kilómetros e iba “pistiando como un campeón”, vi la mejor barra, mi mamá, mi tía y mis hijos, me dieron mucho aliento al pasar y seguí a ritmo fuerte. Empezaron las subidas en dirección a la iglesia, todo muy bien, giro a los 8 k, y seguía con todo pensando en como llegaría a la meta, y que con ese ritmo estaría como en 10:40 horas tiempo final, no lo podía creer.

En el kilómetro 14 todo se fue a pique, se acabó la bencina, no tenía energías, dolor de estómago, no podía comer. En ese momento sólo quería llegar casi sin importar el tiempo. Me di cuenta lo porfiado que fui al no seguir la planificación de la carrera.

Terminé el giro de 21 km y vi a mi señora y le dije que voy muy mal, ella estaba en contacto con Marcos, y él le dice que tomé Coca Cola, más adelante tomo un poco de bebida y recupero un poco, pero no me dura mas de 1 km. Caminé, troté, paraba a tomar bebida y ya no daba más. Llegué al segundo giro (31 km), sólo quedaban 11 km, entre caminatas y trotes llego al kilómetro 36 aproximadamente, última llenada de estanque y recién ahí me recuperé y a ritmo medio por fin llegué a la meta.

Había mucha gente, a esa altura todos te alientan, saben el sacrificio y sufrimiento de los triatletas, a 100 metros vi a mi señora, me grita con todo, no vi al resto mi familia como al inicio de la carrera. Ellos, como señalé antes, cuando inicié el trote me vieron muy bien corriendo y lleno de energía, por lo que me fueron a esperar a la meta, pensando que llegaría casi tocándole la espalda a Tim Dom, no sabían que aún me faltaban 4:26 horas para terminar, mi mamá con mi tía y mis hijos estaban empapados, se tuvieron que ir, parece que era más entretenido ir a comer pizza que esperar al papá.

Finalmente mis tiempos fueron 1:12 en el nado, 5:52 en la bicicleta, 4:26 en la carrera y cerca de 12 minutos en las transiciones, tiempo final 11:46 horas.

Debo decir que mientras trotaba después del kilómetro 14, me cuestionaba ¿por qué me salí del plan de carrera?, si bien creo que conforme a mis expectativas no fue un mal tiempo, el próximo año quiero una revancha, seguir fielmente lo que me dicen los entrenadores y que mi mamá, mi tía y mis hijos me puedan ver llegar a la meta y no se aburran.

Agradecimiento a todos los chilenos que alentaron ese día, en especial a toda la familia RPM, por su constante apoyo y buenas vibras, los consejos de Marcos Ottenhsimer y Richard Quezada.

Felicitaciones a los mas de 100 chilenos que participamos, en especial a nuestros campeones que lograron el objetivo de obtener un cupo para lo máximo del triatlón “KONA”.

Fernando Uribe López
RPM - Ejército

Fecha de la carrera: Domingo 28 de mayo de 2017

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