Folo: “Mi debut en Argentina”


Race Report Half Triathlon Concordia 2017

Llevo 12 años en el triatlón y nunca había corrido una carrera en mi país, así que cuando Israel Escudero de Sailfish me puso en contacto con Javier del Castillo de la Asociación Concordiense de Pruebas Combinadas y organizador del Half Triathlon de Concordia, que este año cumplía 10 años con un medio ironman que se ha transformado en una de las carreras imperdibles del calendario argentino, no dudé un minuto en aceptar la invitación para ir a correr.

Traté de entrenar lo mejor posible y de bajar esos kilos de más que todavía me quedan de mis años fuera de pistas. Lamentablemente llegó la fecha de la carrera y ni el entrenamiento ni la dieta fueron las ideales, pero igual me planteé buscar un mejor tiempo que en Puerto Velero el año pasado, en donde bajé las 5 horas por apenas 9 segundos.

El viaje comenzó con un vuelo hasta Buenos Aires. Ahí me esperaban mis padres, quienes me acompañarían a esta nueva aventura en Concordia, provincia de Entre Ríos, a unos 450 km al norte de Buenos Aires. Nos fuimos en auto por Panamericana, Ruta 12 y por último Ruta 14. Todas son autopistas, con doble vía por lado, así que el viaje es rápido y sencillo.

En el viaje hay dos paradas obligadas, una al comienzo el puente Zarate Brazo Largo (más precisamente entre los dos puentes), que cruza el río Paraná, en donde hay varias picadas para comer pescado, como Pacú, Surubí, Bagre, Dorado y Boga. Todos muy ricos y recomendados.


Junto a mis padres y Osvaldo Pereira con su polola Daniela

La siguiente parada es más cerca de Concordia, unos kilómetros después de Colón, me refiero al Parque Nacional El Palmar, que es un parque de 8.500 hectáreas destinado a la protección de los palmares de la variedad yatay, en donde hay miles de palmeras y variadas fauna autóctona como carpinchos que se encuentran por todos lados.

El turismo no se termina ahí, ya que llegando a Concordia me sorprendí con la arquitectura de la ciudad, la segunda en tamaño de la provincia de Entre Ríos, ya que al caminar por el centro uno se puede encontrar con muchos caserones que datan de principios del siglo pasado y muy bien mantenidos.


Castillo San Carlos

También hay turismo para todos los amantes de los libros, ya que en Concordia está el Castillo San Carlos, una casona de fines del siglo XIX, que alojó a autor de El Principito, sí, el mismísimo Antoine Saint-Exupéry, quien aterrizó en la zona buscando una nueva posta para el correo aéreo, y al final se quedó en el Castillo San Carlos, en donde escribió una novela basada en la familia Fuchs Valon. Inclusive en los alrededores del Castillo, que está semi destruido por un incendio que lo afectó en 1938, hay un monumento que recuerda El Principito.

Por último, otra visita en la zona es al Embalse Salto Grande, mismo escenario en donde se nada la competencia. Este embalse es una represa hidroeléctrica binacional que entrega electricidad tanto a Argentina como a Uruguay.

Bueno, luego de todo lo que se puede hacer en la zona, vamos a lo que nos convoca: La 10ma edición del Half Triathlon Concordia. Una carrera que ha crecido con los años, llegando a convocar a casi 900 triatletas en las ediciones 2015 y 2016, pero que en esta edición bajó a 475 debido a la cercanía con el IM 70.3 de Buenos Aires y a que era en la misma fecha que Lima.

Este año eran 475 triatletas que competirían en el medio ironman, ya que la carrera tiene sólo una distancia, lo que se agradece, ya que tanto para el público como para los competidores es más sencillo y atractivo.

La carrera no es de la cadena Ironman, pero como le dije al organizador, solamente le falta el logo de la M, ya que el nivel lo tiene de sobra. Pero vamos por partes.


Israel Escudero de Sailfish en la Expo

El día sábado, en el autódromo de la ciudad, se realiza la entrega de kits de competencia, donde todo es una fiesta, con una expo con unos 15 stands con ropa, implementos, comida y todo aquello que puedes necesitar para un triatlón. Pero por sobre todo mucha buena onda de los competidores, que se reúnen en los alrededores a conversar y tomar mate.

El kit de competencia es de primer nivel, como pueden ver en la foto, con una mochila, los números con stickers y tatuaje, gorra de natación, chip, gel, Gatorade, una taza de recuerdo, calcetines con el logo de la Asociación, snack de la zona y folletos turísticos.

Antes de la charla técnica y en horario corrido desde las 13 a las 15 horas, estaba la tallarinata, que simplemente es estupenda. Poca fila, ya que hay dos horas para comer, por lo que los triatletas van llegando de a poco. Las pastas parecen de restaurante, con una rica ensalada de frutas y Gatorade y bebidas envasadas.

La charla técnica comenzó a las 16:30 horas con un video recordatorio de las 9 ediciones anteriores, que sirvió para ponerle emoción a la jornada. Luego vinieron los detalles técnicos y unos concursos, entre los presentes, de zapatillas Newton y un traje Sailfish. Aplausos y a dejar las bicis en el parque cerrado, ya que al igual que Pucón y Cruzando el Biobio las bicis se entregan el día antes, para bajar el estrés el día de la carrera.


La carrera contempla un giro de natación en el Embalse Salto Grande, con una agradable temperatura del agua y boyas muy visibles, que hacen de la natación un agrado, a pesar de que el agua no es muy clara por el sedimento que trae el río Uruguay, limite natural entre Argentina y Uruguay.

El parque cerrado está en dos carpas, a unos 400 metros, por lo que hay que correr bastante para tomar la bici, y lo peor es que no lo descuentan a los 21 km del trote jajaja. El ciclismo se hace en 3 giros en un circuito con falsos planos constantes, para arriba y para abajo, que si no hubiera sido por el viento que se levantó en la segunda mitad de esta etapa, podríamos decir que es un circuito rápido, con un pavimento en excelente estado y con público alentando en el retorno cercano al parque cerrado y en una rotonda a mitad de camino.

Drafting? No! solamente unos amagues al comienzo, pero que con las acciones de los jueces en las motos, rápidamente se separaron los grupos.

Luego viene el trote, en el sector del Embalse, con un circuito en 3 vueltas, que mayormente es plano y rodeado de bosques de eucaliptos, por lo que en la mayor parte de cada vuelta hay sombra que sirve para que el sol no moleste tanto.

Durante esta etapa, los puestos de abastecimientos son muy buenos, con agua en bolsas, Gatorade, Coca Cola, plátanos, naranja y por sobre todo muy buena onda de los voluntarios, que siempre están con una sonrisa apoyando a todos los que están compitiendo.

Como cierre de la carrera en la meta te reciben con tu nombre y todo el público con aplausos como si fueras el vencedor.

Después viene el sector post meta, en donde la comida abunda, pizzas, galletitas, papas fritas, tortas, cerveza, bebidas y Gatorade, pero para todos, ya que a las 7 horas de carrera todavía había para todos los gustos. En el sector estaba lleno de sillas, que los triatletas argentinos aprovechaban por horas para comer, tomar y conversar sobre la carrera, parecía que nadie se quería ir.

En el sector hay una carpa de masajes, en donde 30 voluntarios de la facultad de kinesiología atienden a triatleta tras triatleta, para que nadie espere mas de 5 minutos por su masaje.

Como cierre del evento una premiación al puro estilo argentino, con copas para los premiados.


Osvaldo Pereira en lo alto de su categoría

Sobre la carrera puedo contarles que los 5 primeros son conocidos en nuestras tierras. El ganador fue Luciano Taccone (3º en Pucón 2017), segundo arribó Mario de Elias (3º en Pucón 2016), tercero fue Andrés Darricau y cuarto llegaron juntos Oscar Galíndez (múltiple campeón en Pucón) y su hijo Tomás. Un poco más atrás y en la posición 8 llegó el chileno Osvaldo Pereira. Entre las mujeres el triunfo se lo llevó Romina Biagioli, seguida de Romina Palacio.


Junto a Mario de Elias

Junto a Oscar Galindez

Junto a Osvaldo Pereira después de la carrera con nuestras poleras de finisher

De mi carrera les puedo contar que quería experimentar correr sin reloj, ni en la muñeca ni en la bici. Solamente quería correr con sensaciones y sin presiones de tiempo, a pesar de que quería bajar las 5 horas y tal vez acercarme a las 4:50.

Al final no pude con mi objetivo, ya que el reloj, al cruzar la meta, decía 5:02:37 (aunque en realidad decía 5:12:37, ya que partí en la tercera ola a diez minutos de los elite), luego de 34 minutos en la natación, 2:42:17 en el ciclismo y 1:46:20 en el trote. Definitivamente lo que mejor entrené, la natación, fue mi peor etapa, pero igual me voy contento y satisfecho como mi debut en Argentina.

Seguramente deberé mejorar mis entrenamientos, principalmente en el ciclismo, en donde tendré que buscar tiempo para poder salir a ruta. Pero lo que no debo descuidar, viendo las fotos de la carrera, es que todavía debo bajar más kilos… jajaja

Como cierre de la carrera no me queda más que invitar a todos a que tengan esta carrera muy en cuenta para el próximo año, que será el 15 de abril, con las inscripciones que abrirán en diciembre, así que a estar atentos, para poder estar presentes el año que viene y vivir la experiencia de correr un medio ironman con gran nivel de elites y de categorías, con público que alienta constantemente, en un entorno maravilloso, pero por sobre todo con una organización que hace esta carrera con una pasión que se vive a cada minuto y en todo momento.

No me queda más que felicitar a los organizadores, la Asociación Concordiense de Pruebas Combinadas y todo el staff, con Javier del Castillo a la cabeza, que hacen un carrera que todo triatleta chileno debiera correr alguna vez, y si van una seguramente querrán volver.

Al menos yo quiero volver!

Folo
Trichile

Mira el video adelanto del programa de TV de Argentina Xtreme AQUÍ

Fecha de la carrera: Domingo 23 de abril de 2017

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