Gabriela Aramayo: “Ese triatlón ya era NUESTRO!!”

Race Report Trichallenge 2015

Que difícil es resumir lo que completar un triatlón significa y deja marcado en tu historia. Porque llegar a la meta es sólo un resultado, detrás del cual hay un conjunto de cosas que finalmente te permiten lograrlo.

En primer lugar, debes tener la valentía de proponerte un objetivo así de alto.. que asusta y se ve lejano, pero que a la vez te anima a luchar y pelear por él. En segundo lugar, está la convicción y la determinación de querer cumplir ese objetivo a costa de lo que sea, ya que creer es poder, y es aquí donde personalmente pienso que comienza o termina todo lo que nos propongamos hacer en la vida.

Una vez fijado ese objetivo, juega un papel muy relevante la perseverancia y tenacidad que debes desarrollar y mantener durante todos los meses de duro entrenamiento, que implican hacer sacrificios no sólo como despertar prácticamente todos los días a las 5:45 AM o tener que ir a los cumpleaños de tus amigos hasta temprano, sino que además, y esto lo digo desde mi experiencia, a superar miedos y traspasar límites que a mis 29 años no pensé jamás que tendría.

Hace un par de meses, el 18 de septiembre para ser más exacta, apareció en mi camino al triatlón el obstáculo más duro de todos. Mientras entrenaba ciclismo, un precioso día viernes feriado, tuve una caída que además de resultar en una fisura del codo derecho, despertó en mi temores, angustia y mucha inseguridad. Aquí es cuando la convicción de querer lograr el objetivo, sumado al compañerismo y cariño de las personas que te rodean, logras salir adelante, para dos meses más tarde estar cruzando esa meta que veías tan lejana.

En cuarto y último lugar, pero no por ello menos importante, el apoyo incondicional de tu familia, amigos y equipo, hacen que toda esta locura que decides vivir tenga sentido y se vuelva inspiradora y entretenida. Mi hermana, la Coni, mi más fiel amiga, compañera y partner, fue fundamental en todo este proceso. El apoyo mutuo y la complicidad que se generó, me hacen sentir afortunada y capaz de decir que como ella, no existen hermanas en el mundo. Simplemente gracias por ser tu!! Mis Coaches, Matías y Mauro, lo máximo que hay en motivación, paciencia y dedicación en lo que hacen. Si bien uno puede ponerle power a todo esto, sin una guía sólida y profesional, todo el esfuerzo puede ser en vano. Gracias por cada consejo, indicación, corrección de algún error o refuerzo positivo de los mini logros que fui alcanzando en el camino.

Finalmente están los amigos, por un lado los de la vida, que no entienden por qué lo haces y que creen que estás loco, pero a pesar de todo igual te apoyan y te alientan a seguir adelante, y por otro lado, esos que conoces mientras entrenas, con quienes compartes una misma pasión por el deporte, y que por lo demás están igual o más locos que tu. Gracias a cada uno de ustedes por el cariño, preocupación y buena onda en cada entrenamiento. El compañerismo que encontré en el BrainTeam no creo que sea usual, y por eso estoy muy agradecida.

La verdad es que los detalles de la carrera se vuelven menores, cuando después de haber cruzado la meta, reflexiono de todo esto que les cuento. El agua, no fue tema para mí. Un buen pre-calentamiento, con mi Coach Mauro y el equipo, dejó atrás el mito de que la baja temperatura afectaría el desempeño. Nadar en aguas abiertas, algo nuevo para mí, es maravilloso. A pesar de lo cansada y algo mareada que salí del agua, me quedo con esa sensación de libertad y relajo que vives mientras nadas. Primera prueba, y todo salió según lo planificado!!

Venía la bici… Mi máximo desafío, donde pongo a prueba mis miedos y me demuestro que puedo superarlos. Primera vuelta y ya me sentía muy cansada, varios repechos, curvas, según a mi parecer, bastante cerradas, y un viento maldito imposible de pasar desapercibido. Al comenzar la segunda vuelta, ya sentía las piernas más habituadas, y por lo mismo casi 2/3 de esta segunda vuelta los hice feliz y disfrutando cada kilómetro. Pero como la bici me sigue dando lecciones de vida, no podía concluir esta etapa sin un problemilla técnico, que aún debo aprender a resolver sola, y que en ese momento me angustió bastante: Cadena afuera dos veces. Manos manchadas con aceite, en plena subida, sin saber cómo solucionarlo, perdí varios minutos. Finalmente llegaron personas que me ayudaron y pude seguir hasta completar los benditos 64K. Entendí entonces que eso que me pasó, también era parte de la carrera y del desafío mental que venía trabajando hace ya bastantes meses, así que no dejé que me afectara, porque todavía quedaba carrera!!

Finalmente el running… Mi más preferida prueba. Me bajé de la bici entera y con piernas power y listas para volar. Que circuito más lindo!! El mar, los competidores dándose apoyo, la barra gritando y alentando en cada vuelta. Imposible no querer repetir una experiencia así!! Corrí a buen ritmo y con muy buenas sensaciones. Y bueno, ahí, de repente, no sé cómo, estaba la meta. Apuré lo que más pude y la crucé con una sonrisa en la cara. Pero esto no había terminado. A 200 metros venía la Coni. Fue emocionante verla llegar. Nos abrazamos fuerte y lloramos de alegría. Lo habíamos logrado por fin!! Ese triatlón ya era NUESTRO!!