Ian Vargas: Ironman 70.3 Pucón 2011 (Duatlón)

Desde que supe de la gran noticia que tenía la posibilidad de participar en el “Triatlón más lindo del mundo” mis vacaciones cambiaron, sólo pensaba en como sería ese momento, si estaría preparado, el nivel que habría y prácticamente todos los días veía la lista de inscritos de esta gran carrera.

Llego el día de partir, el jueves 13 de enero, me fui muy temprano en la mañana con alguno de mis compañeros de Triatlón Algarrobo y con muchísimas ganas de llegar a vivir esta experiencia. Llegando a Pucón nos recibió un día hermoso de Sol, una tarde muy agradable la cual permitió realizar actividades recreativas salir a comer algo y disfrutar el entorno.

El viernes me desperté muy temprano con ganas de realizar un pedaleo suave para preparar la carrera, salgo a la avenida principal y entiendo el porque Pucón es un evento tan importante, veía hacia la carretera una hilera infinita de ciclistas, de muchas nacionalidades y todos en lo mismo que yo, los seguí para conocer el circuito de ciclismo y disfrutar del hermoso paisaje que me brindaba Pucón.

Llegando al departamento decido ir a darme una vuelta a la carrera promocional, una carrera rápida pero muy linda, además de pasar a la feria del evento en la cual había muchísimo material para ver y muy buenos precios. Decidí tirarme al agua, temperatura perfecta, y el agua dulce, poca corriente y todo listo para la competencia, sólo era cosa de esperar.

Y para terminar el día, pasta party, más de 700 deportistas en una comida marcada por la organización y la variedad de productos que se brindaron (frutas galletas, pastas, carne, pollo, entre otras).

Lamentablemente a las 13:30 del día sábado cae una lluvia, la cual no me desmotivo para nada, pero sí impidió realizar actividades recreativas, sólo fui a la charla técnica y en ese momento me di cuenta de la cantidad de deportistas que asistirían al evento; muchísimos extranjeros, muchísimos conocidos del triatlón, muchísimas figuras de esta disciplina y muchísimos conocidos y fuertes rivales a vencer.

Llega el gran día, llamado de amigos nos informan de una reunión excepcional que se realizará, lo cual me preocupa, ya que sólo quería comenzar (mis ansias y nerviosismo ya las traía desde Santiago).

Informan que será una Dualtón de larga distancia, lo cual sabía que me perjudicaría en la competencia, pero el reglamento es claro y debía ser suspendida la natación y es cambiada por 5 kilómetros de trote, distancias de bicicleta y pedestrismo quedan igual (90km y 21km respectivamente).

Comienza la carrera, me siento excelente en los primeros 5 kilómetros de trote, llegando en 18 minutos a la T1, la transición mas larga de mi vida, por lo menos eran 3 cuadras de bicicletas. Como es recurrente en mi siempre me demoro un poco en esta etapa, ya que aprovecho de recuperar un poco de aire y pensar en lo que viene. Parte la bicicleta y me siento en las mejores condiciones para esta disciplina, todo marcha bien y en la primera vuelta ya iba congelado, el frío y la lluvia principalmente del primer giro me cala los huesos, me impide la visibilidad y me frena un poco en una de las bajadas largas del circuito, al llegar del primero giro, tomo aire y anímicamente me siento muchísimo mejor, ya que el pueblo entero estaba mirando la carrera, y el ruido, las campanas, el ánimo de la gente, me hace sentir que lo estoy haciendo bien.

La segunda vuelta pensé “ya no puede haber nada peor que el primer giro, error, el granizo que cayó impedia que hasta los banderilleros que se encontraban en esos sectores pudieran moverse, veía como un grupo que iba un poco más adelante se alejaba y a mi ya me desesperaban las ganas de bajarme de la bicicleta, las piernas ya en las manos, me pasa Folo en bicicleta y me dice “ vamos Ian no queda nada” y me vuelve a meter en la carrera y olvido los dolores.

La T2 más complicada de mi vida, dedos congelados, no podía sacarme los zapatos de ciclismo y en sacarme el casco pierdo al menos 1 minuto, pero no era el único, veo competidores con hipotermia, gente realmente inhabilitada para poder seguir la carrera, así que me tomo mi tiempo, me pongo las zapatillas y con dificultad comienzo a correr.

En la península se me hizo imposible correr, ya en el segundo giro iba reventadísimo y hastiado de geles, sólo pensaba en terminar lo antes posible, quería que el cuerpo volviera a la normalidad y no pude lograrlo, las piernas no respondían como yo quería que funcionaran, mi ritmo cardíaco no lograba mantenerlo y ya poco me importaba quienes me pasaban o a quienes pasaba, sólo llegar a la meta.

Llegando a la meta lloro de emoción, había terminado Pucón con 4:43:50, mi primer Half Ironman, quizás no de forma exitosa ni como yo lo pensé, ya que fue sólo Dualtón y las condiciones no fueron las mejores, pero terminaba un ciclo importante de entrenamientos de más de 5 meses. Quedo feliz ya que me siento comprometido a vivir esta experiencia nuevamente, pero con las tres disciplinas y ya sabiendo las sensaciones corporales que provoca el ciclismo y la península, por último me queda agradecer a:

• Trichile por la gran iniciativa y hacer un sueño realidad
• Triatlón Algarrobo por sumarme a sus líneas y estar siempre apoyándome en todo
• Toda mi familia, que poco a poco entiende que esta es mi gran pasión
• Mi polola que siempre me ha apoyado
• Mi papá que llegó a verme a Pucón de manera sorpresiva el día de la carrera
• Y bueno nombrar a algunas personas como Sergio Alzerreca, Oscar Gonzáles, Carlos Valdivia, Claudio Fuentes, Don René, Mauricio Donoso, toda la rama de natación de UCSH, y toda la gente que estuvo pendiente, que me llamó y que fue de gran ayuda para que todo esto se hiciera realidad y terminara de forma exitosa.

Ian Vargas
Triatlón Algarrobo

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