Leo García: IM Texas 2013


Esta aventura se inicia muchos meses atrás, cuando en el Team Bustos decidimos qué Ironman correr en la temporada 2012-2013, salieron dos candidatos, Brasil o Texas. Allí seleccioné Texas.

Después de correr Pucón, nos embalamos a entrenar para este magno evento, fueron meses de entrenamiento, donde se llevaron a cabo con exactitud, se vivieron días de múltiples sorpresas, donde nos quedamos sin alimento, sin líquido, pinchamos más de dos cámaras, días largos sin estar con la familia, madrugadas saliendo a nadar, a pedalear.

Pasaron todas las semanas y llegaron al fin, las semanas de baja de carga y a preparar el viaje a la ciudad de The Woodland, a enfrentar un nuevo Ironman.


Leo es el de la derecha de camiseta Under Armour blanca

Partió nuestro grupo a la ciudad de Dallas y después nos venimos a Houston... Acá nos esperaba una ciudad espectacular y un grupo familiar liderado por Ernesto Meza (Route), donde representaron a muchas de nuestras familias y amigos, también contamos con la compañía de mis mejores amigos que residen aquí, los cuales son Víctor y Nilsy.

El miércoles cuando llegamos, armamos nuestras bicis y tuvimos que llevarlas a ajustar, porque con el viaje se soltaron unas piezas, razón para empezar con los nervios de la carrera. Solucionado este tema, nos fuimos a registrar y empecé a notar que se venía algo muy bien organizado. Horas posteriores, fuimos a la charla técnica y allí cenamos y escuchamos los detalles de la carrera, comida muy buena y personal de la organización muy preocupada por todos los atletas.

El viernes, tocó hacer el reconocimiento del agua y me contaron que era igual a como fue el Top 100. En el transcurso del día entregamos nuestras bicis y bolsas para la T1 y T2.

De regreso al hotel, entré en concentración y revisé los últimos detalles para el gran día... pasaron las horas y llegó el momento de dormir.... Pude dormir muy plácidamente... hasta que mi nuevo amigo Ernesto Meza, me tocó la puerta y allí inicie el gran día épico... a eso de las 5 de la mañana me duché, desayuné y partimos todos con mucho ánimo, callados y con cara muy expectante...

Nos bajamos de la camioneta y vimos a todos los atletas caminar con sus mochilas cargadas de líquido, geles, comida, dudas, emociones y sueños....!!!! Es donde queríamos llegar… Sentir esa adrenalina, que vemos en los distintos videos del circuito Ironman y allí estábamos nosotros, siendo un atleta más de los 2.868 que se inscribieron para este desafío…

Después de abastecer mis bolsas de la transición y dejar lista la bicicleta, me fui con el grupo a donde partía el nado, yo estaba muy contento (andábamos todos en familia junto con la esposa, mamá y suegra de Ernesto), porque amanecía nublado y se vislumbraba un día a nuestro favor... sonó la partida y se inició el nado, partió en tres olas, los atletas profesionales (6:50 am), los que usaban speedsuit (7:00) y de último los que usaban wetsuit (07:10)... yo partí en el último grupo... fue muy ordenada la salida, ya que partimos dentro el agua... (evita que se genere desorden y se suba la tensión que se genera en el nado)... fue un nado bastante normal, lo simpático se dio cuando entramos a la etapa final que constaba de más o menos 700 metros, donde pasaba a ser un carril de una pista bastante ancha y rodeada de amigos, que nos iban animando y a algunos sus familiares caminaban al lado, por lo cerca que se estaba de la gente, el canal está rodeado de edificios y casas muy bonitas... al llegar al final, nos ayudaban a salir, a través de unas escaleras y nos ayudaban a sacarnos los trajes... Era muy emocionante, la cantidad de gente que te apoyaban con aplausos, gritos… toda una recarga de energía, para iniciar como nuevo el pedaleo de los 180 kms... tomamos nuestra bolsa de la T1 y partimos a la carpa habilitada para que todos, hombres y mujeres, nos cambiemos y salgamos, aquí me tomé mi tiempo... porque empecé a ver el Sol... y dije... o me cuido o voy a morir en el intento...!!!!

Salí después de 9 minutos y partí a pedalear... buena sensación en las primeras millas... y empecé a recordar lo que me decía mi amigo Pablo: pensamientos asociativos y recuerda ponerle con todo a los 140 kms... por lo que me guardé en los primeros 90 kms, me hidrataba cada 15 minutos, tal como lo había hecho en los entrenamientos, comía según lo planificado, pero como las 11:30 empezó a sentirse el viento, subir la temperatura y la humedad (parcito no invitado) que cada vez se sentía más y más, se notaba como nos iba comiendo todo nuestro combustible acumulado en meses de entrenamiento, al punto que los que usaron lenticular empezaron a ser pasados uno por uno… Los que andábamos con perfiles bajos, nos rendía la ruta. El recorrido fue duro, por todas estas variables que les he contado, pero analizándola con la cabeza fría, toda la alimentación programada para los 180, se desapareció en el km 120 más o menos.

Como a las 13 horas ya había más de 32 grados, el reflejo del piso, se sentía muy fuerte, la humedad ya se había burlado de nosotros y al que no se preparó bien para enfrentarla lo sacó de la carrera y lo acostó en los puestos de ayuda con una botella de suero o inmerso en una piscina de hielo…

Cerca del km 170 se me empiezan a hervir los dedos de los pies y era lógico, por la cantidad de agua que les rocié... porque yo empecé a bañarme la cabeza en cada puesto de abastecimiento (los puestos, durante el tiempo de la carrera, estuvieron muy bien abastecidos). Me preocupo que no pudiera empezar a correr bien. Al llegar a T2 me encuentro con un gran calor, porque me quito los zapatos antes de bajarme... y al correr para la T2, siento el asfalto totalmente hirviendo, menos mal que iba con calcetines... vi más de uno descalzo que gritaba por lo caliente del piso...

Bueno, avanzo y le grito mi número a una muchacha y me ubica mi bolsa y me dirijo a la carpa a cambiarme, pido una toalla, me seco bien y veo que todo se encuentra bien, sólo me coloco un bolsa de hielo en los pies por unos minutos.... me seco con una toalla y salgo a correr. Al salir siento un calor enorme, pero había hechos buenos trotes en el entrenamiento y eso tenía que dar sus frutos.

Empiezo el trote de 42 kms, parto muy bien, decreto que esto hay que terminarlo digno y contento, pero a esa hora, de la primera de tres vueltas (14 kms cada vuelta) el calor estaba haciendo estragos, …no había ni una nube en el cielo, los patos estaban escondidos, las aves, estaban todas en el lago refrescándose, nadie quería volar, había huelga de aves… jajajaja...

En serio, el público debajo de los árboles, otros metidos debajo de los puentes, sentados en las mesas, bajo techo en las cafeterías que se encontraban en el recorrido, había uno que otro grupo con música, que estaban todos montado sobre la pelota, que el Sol era su energía y en la primera vuelta te decían ¡¡¡Give me five!!!, en la segunda te seguían unos pasos animándote y en la última, te abrazaban.

En los puestos de abastecimiento había pequeñas colonias venezolanas… Al ver mi bandera, se formaba el desorden, me regaloneaban y me apoyaban espectacularmente… Eso me ayudaba y me evitaba sentir el desgaste que había hecho el parcito destructor de ese día, ya a este punto del relato saben a quiénes me refiero…

A medida que corría en esta primera vuelta me controlé y rogué que bajara el calor. Ya para mi segunda vuelta, empezó a soplar viento, muy ligeramente. Por lo tanto, se estaban despidiendo el parcito que nadie invito para esta fiesta, pero fue tal el desastre que generó en mí, que rompió todos los planes que había hecho. De igual forma pude correr entre puestos de abastecimiento y en cada uno de ellos paraba.

Al llegar la tercera vuelta, el clima cambio, había más o menos 25 grados y me permitió sentir mejor el aire, pero ya no había mucha fuerza ni energía, sólo corazón para terminar de completar la carrera, apliqué un minuto de trote y un minuto caminando, empecé a pasar y a alcanzar gente que los invitaba al 1x1, algunos me acompañaron hasta el final y otros se embalaron y me dejaron atrás, así como otros no nos terminaron de seguir. Lo más lindo es llegar a la meta despidiéndote de todos, diciéndoles, I’m an Ironman y cruzar la meta con las bandera de mis lindos países, Venezuela y Chile.

Quiero terminar este relato con palabras de agradecimiento para mi linda esposa, mis hijos Nicolás y Fernanda, por apoyarme y bancarme en el periodo de entrenamiento y a mi adorado Team liderado por mi formidable amigo Lalo. Y a mis compañeros que hicimos este lindo viaje, como son Piera, Claudia, Gonzalo y su adorable esposa Vero, Cristian, Martín, Pascual, mi amigo de la infancia Víctor y su adorable esposa Nilsy, mi nuevo partnert Ernesto Meza y su muy linda esposa, mamá y suegra, que pasaron a reemplazar el cariño de madre que es tan necesario en estos momentos tan especiales. Tampoco puedo dejar de mencionar el grupo de WhatsApp que generaron más de 800 mensajes ese día…

A todos muchas gracias!!!!!

Leo García
Team Bustos


Leo con su amigo Víctor

Leo con Nilsy

Fecha de la carrera: Sábado 18 de mayo de 2013

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