María Verónica Núñez: Duatlones ENEA 2012

En diciembre recién pasado a pasos de casa, tuve un accidente que pudo tener consecuencias muy graves si no hubiera llevado puesto mi casco. Una caída en bicicleta, me produjo una fractura de olecranon, luego de la cirugía (la que me aportó unos gramos en placa, alambre y tornillos) perdí toda la movilidad y musculatura de mi brazo izquierdo; no podía sostener una taza, un celular, simplemente mi brazo colgaba. Pero estaba de pie y eso era un regalo.

Después de meses frustración y de dura rehabilitación necesitaba volver a lo mío, es cuando veo en triatletas.cl el duatlón de Enea con distancia promocional; les escribo a la organización un correo con mucho temor, les explico mi situación y pregunto si puedo participar en bici de montaña, me dicen que ningún problema.

El 8 de julio cerca de las cuatro de la tarde en la partida, rodeada de niños se me caían las lagrimas de vergüenza y miedo; mi marido me dice: ”vamos estás de pie, ahora a disfrutar, sólo eso”, parto entre niños de 14 y 15 años, llego a meta feliz y agradecida. Recibí mis dulces al igual que todos los competidores, lloraba de felicidad y me llené de vida.

Me inscribo en la 2° fecha de Duatlón Enea, esta vez en distancia completa. Siempre en mi bici de montaña nuevamente se agolpan en mi cabeza emociones, miedos, recuerdos y las palabras de mi doc “está de pie, dele gracias al casco”. Los nervios me consumen y ahí estaba otra vez con el apoyo de mis amigos, mi Coach Pia Varela y mi marido. Cada vez más segura feliz y agradecida termino la carrera… Bueno me digo, queda una, vamos por la otra.

El domingo recién pasado con un trote más sólido, más segura en le bici, con el mismo miedo en las vueltas, con un poco de sueño por el cambio de hora, termino la última carrera.

Estoy viva, estoy de pie, agradecida de mucha gente, pero esta vez especialmente agradecida de Juan Carlos Olavarría, de su esposa Claudia y de todo el staff de triatletas.cl. Realmente el trabajo que hacen es fantástico, su preocupación por cada detalle hace que uno se sienta cómoda, acogida y protegido. Me recibieron sin hacer ninguna pregunta, siempre atentos a mis consultas, siempre afectivos y cariñosos…