Nicolás Saez: Tridesert 2013

Era un desafío importante correr un 1/2 ironman, principalmente porque era la primera vez que me aventuraba en esta distancia, y además quería tomarlo como preparación al selectivo nacional que se realizara el 8 de diciembre y evaluar como era mi rendimiento en esta distancia.

La semana previa fue bastante dura, ya que como mencioné, me encuentro en plena preparación para la primera semana de diciembre. Así que llegué a la carrera con lo que tenía ese día y sin descanso suficiente quizás. El día de la carrera fue excelente creo que no pude pedir mejor día para este primer 1/2, partida con el día iluminado y despejado, casi sin viento y no mucho calor (en un principio).

Largamos a las 8:30 en punto y se dio una buena natación, aunque me sentí un poco cansado y me costó hasta el segundo giro poder apurar más, pude distinguir al argentino Velmar a unos pocos metros adelante y en la salida traté de hacer la transición lo más tranquilo y sin cometer muchos errores para poder colgarme un poco de su ritmo. A los pocos kilómetros de ciclismo me doy cuenta que podía un poco más y recuerdo las palabra de Folo y de todo el mundo que me dijo que guardara hasta el final. Entonces decidí seguir a mi ritmo, pero pasando la primera vuelta la emoción de ir en competencia me decidí pasar a Velmar. Seguimos juntos por un rato hasta que terminando el primer giro de ciclismo Velmar apreta un poco el ritmo, escapándose mucho de mi ritmo.

Después de ese momento, traté de seguir mi plan al pie de la letra y meterme en mi ritmo y así todo siguió bastante bien, a cada rato me recordaba que era la primera vez que corría esta distancia y que aún quedaban 21 km por correr, por lo que debía guardar energías.

Me encuentro con Velmar en la subida del parque cerrado (el ya corriendo y yo bajando en mi bicicleta a la T2), me dije todavía no va taaaaaaan lejos, así que me preparé para una buena T2 y comencé el trote muy optimista y aquí fue el primero de mis errores en esta distancia, me salí del plan de carrera y los primeros 7 km llevaba un ritmo de 20 segundos más rápido de lo que debía por Km, hasta que terminando el primer giro se me empezaron a agotar las energías y de ahí para adelante tuve que bajar mucho el ritmo de carrera para poder llegar, ya que realmente sentía que llevaba mi cuerpo al límite, con las piernas bastante descoordinadas y con mucha dificultad para tratar de que los corredores que venían atrás me sobrepasaran.