Javiera Gainza: Sprint Papudo 2014


Era el segundo día de carrera. Desperté nuevamente temprano, traté de seguir durmiendo pero tenía muchas ganas de correr. El día se veía soleado lo cual me llenó de energía. Me vestí, ordené cosas, algunas mojadas del día anterior y tomé desayuno con la familia RPM.

Salimos de casa en Cachagua, un poco atrasados ya que fue un desayuno conversado. Íbamos todos en caravana con las familias Torrealba, Ottenhsimer, Trewhela y todas las bicicletas.

Llegamos y rápidamente me bajé con mi bolso. Fui a retirar el kit, me vestí y puse los números de casco mientras había hilera para entrar al parque cerrado, la bici me la llevó después Vicente Trewhela, quien además le puso el número.

Entré al parque cerrado, otro día saludando a Carlitos Valdivia que con esos piropos imposible no reir, mi número era el último de una de las filas pegada a la reja de salida, poco espacio y con cosas de la organización, así que tuve que moverlas para acomodarme. Aparecían más amigos de RPM con quienes nos saludábamos y conversábamos un rato. Tuvimos una pequeña charla con Macarena Daza sobre el tema -no menor- de las necesidades de baño en carreras. Estaba todo listo, pero tuve que ir al baño cinco minutos antes de partir, mientras me cuidaba el traje Cristian Del Sante. Había olvidado mis lentes para el ciclismo y Marcos me prestó los suyos. Me puse el traje de agua y mi mochila se la llevó Guillermo Torrealba, por fin me metí al agua y me puse a calentar un poco. Escuché las instrucciones de la carrera, entre ellas que era sin drafting porque el circuito era trabado y con bajadas.

Me puse al lado izquierdo y adelante lo que más pude e intentaba que la Ina se pusiera a mi lado y me siguiera. La idea era que saliéramos juntas para pedalear cerca, una estrategia pensada antes con drafting y por ciertos objetivos hablados con Marcos, motivo por el cual yo corría el Sprint.

Comenzamos y yo iba segura que la Ina iba todo el rato cerca. Nadé lo más fuerte que pude, y los brazos y muslos se sentían agotados. En un momento no podía pasar por ningún lado y esperé a tener espacio, luego seguí nadando y de pronto tragué un gran sorbo de agua directo al estómago. Salí del agua lo más rápido posible y en las escaleras una niña justo adelante mio tropezó. Esperé que se pare y seguí. Los lentes y gorra al canasto, pero los lentes caen fuera y detrás de la bici, el traje no salía por lo que después de varios intentos parada me senté y lo saqué. Molesta dejé el traje en el canasto y recogí los lentes. No sabía en que lugar había salido del agua pero ya varias me habían pasado en la transición. Tomé la bici rápido y me subí lo antes posible para pedalear con todo y alcanzar la punta. En la primera subida pasé a la Marce RPM, que había salido antes del agua. Adelante iban dos más. De a poco me acercaba y en el segundo giro pasé a otra. Mis piernas se movían con fuerza y como nunca sentía ese deseo de ganar.

Ya veía más y más cerca a la puntera. Al comienzo del último giro la pasé, en ese momento confirmé si eran cuatro los giros y me dijeron que sí, era el último y a correr. Bajé un poco el ritmo al pasarla pensando y sintiendo si tenía piernas para correr. Me bajé lo más rápido que pude, entré al parque cerrado, dejé la bici, saqué lentes y casco juntos, las zapatillas entraron rápido tomé el cinturón y la vicera y a correr.

La segunda se iba pegando a unos metros, yo iba un poco ahogada al principio pero sabía que podía más. Llegamos al segundo giro y los de su club le decían que se veía bien y que haga lo que sabe inteligentemente. Ya acomodada en ese ritmo, pasaron unos metros más allá y apuré un poco, la que me seguía se separó y me preocupé pensando si era la estrategia de ella de alejarse y después apurarse, pero casi al llegar al otro último giro me apuré otro poco, ahí le pregunté a Mauricio Donoso si eran dos o tres giros, en ese momento me dijo que eran dos y que acá terminaba, entonces ya quedaba lo último. Ya cerca de la meta Marcos me gritaba: “Con todo en los últimos 100 metros” ahí la gente me empezó apoyar y a gritar animosamente. Mis sentimientos eran encontrados, estaba muy feliz por ganar y haberme exigido como muy pocas veces. Sentir que puedo dar mucho más y que son ricos esos deseos de querer ser primera. El circuito me había encantado, el ciclismo tuvo mucho trabajo con subidas y bajadas con curvas, además de hoyos que fueron un gran desafío. Pero correr el Sprint ese día tenía otro fin. Trabajar en equipo y lograr algo que no se hizo y no se pudo, eso pensaba compitiendo y no sabía que era lo correcto hacer.

Sólo me queda agradecer a todos quienes me ayudaron ese día antes de la carrera (Vicente Trewhela, Marcos Ottenhsimer, Cristian Del Sante, Guillermo Torrealba), quienes me dieron su apoyo y barra. A la familia Torrealba por adoptarme el fin de semana, lo pasé muy bien junto a todos los que convivimos.

Agradecer a mi familia y mi pecoso que sin ellos nada de este sueño sería posible. A los mejores entrenadores Marcos y Richard y a RPM, a Caro Lillo, Omar Abud y Javier Lara. A mi auspiciador Triabike , Nativa, Xone por confiar en mi. Y a todos aquellos que han sido parte en mi desarrollo como triatleta, Pablo, Bernardo, Tri+, Jorge. Gracias!

Javiera Elisa Gaínza Acevedo

RPM TRIABIKE

Fecha de la carrera: Sábado 29 de Noviembre de 2014

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