Lentes de natación
Escribo estas palabras con emoción. Imagínense, llevo más de 40 años nadando y lo que me pasó hoy no me había pasado nunca. En estos 40 años he usado probablemente 2 ó 3 lentes de natación por año. De manera que debo haber tenido aproximadamente 100 lentes en mi vida. Primera vez que no me entra agua. Desde que me los puse los sentí cómodos. Distinto a cualquier lente que alguna vez haya probado. Piquero al agua y sorpresa!!! Nada de agua. No me los tuve que acomodar, nada. A todos mis otros lentes siempre tuve que buscarles el acomodo. “Espérate que se acostumbren a tu cara” me decían. Y a veces funcionaba. Pero no siempre. Algunos días sí, otros no. Alguna vez aburrido de esta situación me puse el lente muy apretado. Era incómodo pero al menos no entraba el agua. El problema es que cuando llegué a la oficina la secretaria me dice horrorizada: “Don Ricardo ¿Qué le pasó?”. Hasta ahí llegó mi solución. En carreras el problema es el mismo. Incluso he desarrollado la técnica para sacarme el agua mientras nado. También he descubierto que esto le pasa a muchos. Hace algunas semanas tuve que regalar unos lentes nuevos porque no hubo caso. Me los devolvieron con un “con razón me los regalaste”. Pero no escribo esto para recomendarles un lente específico. Cada cara tiene su lente y las sugerencias no sirven. Cada uno debe buscar lo que más le acomode. Y esta es la primera recomendación: Busquen. Tiene que haber uno para cada cual. La segunda es que cuando lo encuentren, cómprense varios, al menos yo lo hice porque no quiero pasarme los próximos 40 años buscando. A propósito los lentes son uno TYR Nest Pro. Los compré en SportOne en el Mall Sport por $12.990.
Por Ricardo Cumplido (Agosto ´10)
